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La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se inauguró oficialmente en 1752 durante el reinado de Fernando VI, de quien toma el nombre. El establecimiento de las academias en Europa desempeñó un papel fundamental en la normalización del gusto estético durante el Siglo de las Luces.

Es una de las ocho Reales Academias de alcance nacional integradas en el Instituto de España que tiene por objeto "fomentar la creatividad artística, así como el estudio, difusión y protección de las artes y del patrimonio cultural, muy particularmente de la pintura, la escultura, la arquitectura, la música y las nuevas artes de la imagen".

En la actualidad se compone de cincuenta y seis académicos de número, personalidades de reconocido prestigio en los campos de la arquitectura, pintura, escultura, música, cine, arte gráfico, fotografía, diseño e historia y teoría del arte.

La sección de Música se crea en 1873 impulsada por Emilio Castelar, quien supo seleccionar a los músicos más relevantes del momento, para constituir la Sección de Música, entre los que se encontraban algunos de los musicólogos que hoy figuran como pioneros en sus campos de investigación.

Los nombres de Barbieri, Eslava, Saldoni e Inzenga marcaron los pilares de la Historia de la Música española y definieron la senda a seguir en la investigación para las futuras generaciones, un modelo de compromiso que sigue manteniendo la Academia.

Según los estatutos de la Real Academia aprobados en 1864 en su Capítulo IV, art. 78 se establece que tras ser propuesto para Académico de número deberán componer y leer un discurso.

En esta exposición mostramos algunos de los discursos presentados por académicos músicos como: Víctor Espinós, Teresa Berganza Vargas, Enrique Fernández Arbós, Narciso Yepes, Joaquín Turina, Begoña Lolo…