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Danza Frenquen

No recomendada para menores de 8 años 

Mente y cuerpo sufrían mientras buscaban recompensas instantáneas para evadirse de la vida que vivían. Añorando otra cosa, añorando tal vez, la profundidad de ver más allá, de tocar piel con piel, de respirar escuchando el mar, de oler la lluvia antes de caer. La vida no era aquello que artificialmente brillaba delante de nuestra cara en pantallas planas, la vida era aquella luz que desprende el reflejo de nuestra mirada cuando amábamos.

Después de olvidar lo que era humano, solo queda descubrir lo que hemos olvidado.