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BOAM nº 8837 (01/03/2021)
Ayuntamiento Pleno

440

Acuerdos de la sesión (1/2021), ordinaria del Pleno celebrada el día 26 de enero de 2021.

Proposiciones de los grupos políticos

 

Punto 13. Aprobar, en relación con la proposición n.º 2021/8000075, presentada por el concejal don Javier Barbero Gutiérrez, del Grupo Municipal Más Madrid, la enmienda transaccional con número de registro 2021/8000123 presentada por los grupos municipales Más Madrid, del Partido Popular, Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía y Socialista de Madrid, interesando la creación de un Comité de Ética de los Servicios Sociales y la Intervención Social del Ayuntamiento de Madrid, con las características que se indican, así como la creación de un Grupo Promotor para la conformación de dicho Comité.

Siendo el acuerdo adoptado del siguiente tenor literal:

"EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Vivimos en una sociedad con una crisis social importantísima derivada, aunque no solo, de la situación de la pandemia. Y los hechos que le acompañan, junto con las intervenciones previstas, entendemos que también han de ser evaluados, de forma explícita, metodológica y sistemática, en clave de valores.

En el ámbito social, la complejidad inherente al hecho de intervenir directamente en la vida de las personas y el propio aumento de la condición de vulnerabilidad de las mismas y del riesgo de desprotección, exige una mayor profundización en el balance ético de las tomas de decisiones. Precisamente por ello, por este contexto tan particular y la coexistencia de tanto sufrimiento, es importante que los profesionales de los Servicios Sociales puedan contar con herramientas para cuestionarse de forma reglada su manera habitual de proceder, con la suficiente distancia crítica y cooperadora al mismo tiempo.

Una sociedad abierta que conoce los conflictos éticos que aparecen en lo social, ha de contar con mecanismos de deliberación suficientes y técnicamente validados si quiere admitir de hecho la pluralidad de la misma. Las sociedades monocolor no necesitan deliberación.

Todas las profesiones, a diferencia de los oficios, cuentan con comités deontológicos, los cuáles, siendo necesarios, son insuficientes, precisamente porque su única mirada, aun siendo legítima, es aquella de la propia profesión. Todas las actuaciones, asimismo, también pueden ser evaluadas por el sistema judicial, que discrimina entre lo legal e ilegal, que intenta garantizar los mínimos. Sin embargo, la mirada deontológica y la jurídica son condición necesaria pero no suficiente cuando se aspira a la excelencia profesional. Los nuevos desarrollos de las éticas aplicadas aportan otras herramientas que facilitan la gestión deliberativa de los conflictos éticos en la práctica profesional. Una de ellas son los Comités de Ética que en este texto se proponen.

Por otra parte, centrándonos aún más en el ámbito de lo social, la condición de vulnerabilidad o/y de exclusión aumenta el riesgo de que las personas sean concebidas como "objeto" de la intervención social y no como sujeto que ha de dirigir su proyecto vital en condiciones de dificultad. Y aquí también hay valores en juego, vinculados no solo a la autonomía moral, sino a la necesidad de motivar el empoderamiento de las personas y algo tan básico como reconocerlas como seres humanos en cualquiera de sus circunstancias vitales. De hecho, una de las tareas éticas centrales de los profesionales de lo social consiste en asumir responsabilidades de acompañamiento en condiciones de incertidumbre y en la gestión de riesgos.

Los Servicios Sociales, desde este Ayuntamiento, y reconocido por todos en los Acuerdos de la Villa, están considerados como un servicio esencial que, asimismo, son un derecho de toda la ciudadanía, como mecanismo que promueve y para todos, la justicia, el cuidado, la integración y cohesión social y la calidad de vida. La tarea no es sencilla, pues debe combinar la integración de una ética cívica de mínimos, una ética personal de cada sujeto que persigue unos máximos particulares, una ética profesional vinculada a la deontología y una ética organizacional que se enmarca, en nuestro caso, en la institución municipal desde la que se promueve.

Y todo ello, de una manera práctica, pues las éticas aplicadas se dedican a los problemas reales de la gente y quieren convertirse en auténticos códigos de buenas prácticas, basados en una fundamentación, metodología y actitud dialógica sistemáticas y suficientes.

La proposición que aquí presentamos ha sido ya validada en nuestro país en muchos equipos de Servicios Sociales, fundamentalmente autonómicos y de diputaciones forales y también en algunas fundaciones; sería la primera vez que se desarrolla en el ámbito municipal de una capital de provincia, algo debidamente justificado por el tamaño, la relevancia y la historia de los servicios sociales de nuestra ciudad y más aún por el proceso de reforma hacia un nuevo modelo de Servicios Sociales que se está poniendo en marcha, refrendado en los Acuerdos de la Villa.

Y una última reflexión. Las instituciones que promueven estos espacios formales no dudan de la calidad ética de sus equipos, ni desde el punto de vista personal ni profesional, pero sí se sienten comprometidas en aportarles herramientas en esa búsqueda que tienen todos ellos de la excelencia profesional en aras de mejorar la calidad total en la intervención social -la calidad real o de corrección técnica y la calidad percibida-.

PARTE DISPOSITIVA

El Pleno aprueba:

1. En el marco de los trabajos y discusiones de la reforma del modelo de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid se propone la creación de un Comité de Ética de los Servicios Sociales y la Intervención Social del Ayuntamiento de Madrid con las siguientes características: Comité consultivo, plural e interdisciplinar, autónomo en su funcionamiento, compuesto por profesionales del ámbito social de la institución y por personas de fuera de la misma que puedan traer la mirada de las personas afectadas, cuya finalidad es asesorar sobre posibles conflictos éticos que se pueden producir en la intervención social, en el ámbito de nuestra ciudad, con el objeto de mejorar la calidad de esa intervención, proteger los derechos de las vecinas y vecinos de Madrid, especialmente de los que viven situaciones de mayor vulnerabilidad o/y dependencia y ser un espacio de reflexión para el debate ético en el campo de la intervención social. Desde esta mirada, realizará informes asesores, de oficio o a demanda, propondrá a la institución protocolos o directrices y facilitará la formación en ética a los profesionales. La participación será a título personal y no será remunerada.

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