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BOAM nº 8921 (01/07/2021)
Ayuntamiento Pleno

1731

Acuerdos de la sesión (9/2021), ordinaria del Pleno celebrada el día 25 de mayo de 2021.

En ese momento, el director del Museo, Guillermo Solana, definió a este conjunto de creadores como "la poética del silencio, de la ausencia"; mientras las crónicas periodísticas destacaban la fuerza de su obra conjunta, lo hipnótico de las piezas y la capacidad de mostrar lo cotidiano, los espacios familiares y la melancolía.

Pertenecían todos a la misma generación, coincidiendo inicialmente en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y otros en la academia de Eduardo Peña. Primero fueron amigos, luego la vinculación pasó a ser familiar.

Trabajaban en casa, pero también en pequeños estudios, plasmando desde monumentales panorámicas de la ciudad, hasta el interior de un cuarto marcado por el desgaste de los años.

Su obra, su legado, es objeto de análisis constante por parte de académicos y de investigadores. Pero falta, como ocurre en muchos casos, destacar la figura de todos ellos dentro de los espacios públicos de nuestra ciudad.

Es por ello que, recogiendo una propuesta de sus familiares, proponemos incorporar al callejero a cada uno de sus componentes fallecidos durante la última década. Consideramos que es la mejor manera de agradecer su trabajo y de dar a conocer su historia a las generaciones posteriores.

Además, con esta iniciativa, reforzamos la presencia de creadoras dentro del callejero de Madrid que, como comentamos en el Pleno de noviembre de 2020, sigue necesitando una incorporación mayor de mujeres de todos los ámbitos y disciplinas.

PARTE DISPOSITIVA

El Pleno aprueba:

Que el Ayuntamiento de Madrid dedique, en alguno de los nuevos desarrollos urbanísticos de la ciudad, una calle en homenaje a cada uno de los siguientes artistas realistas de Madrid ya fallecidos por su contribución a las artes y al desarrollo cultural de nuestra ciudad: Amalia Avia Peña, Francisco López Hernández, Julio López Hernández, María del Pilar Moreno Blasco, Isabel Quintanilla y Esperanza Parada Pedrosa".

 

Punto 25. Rechazar la proposición n.º 2021/8000736, presentada por la concejala doña Esther Gómez Morante, del Grupo Municipal Más Madrid, con el visto bueno de su Portavoz, interesando que se adopten las medidas que contiene la iniciativa, encaminadas a restablecer cuanto antes Madrid Central y comenzar a extender el modelo de bajas emisiones tanto a la almendra central como al resto de los distritos, con participación y posterior seguimiento y evaluación de las medidas.

 

Punto 26. Aprobar la proposición n.º 2021/8000737, presentada por el concejal don Javier Barbero Gutiérrez, del Grupo Municipal Más Madrid, con el visto bueno de su Portavoz, interesando que desde el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social se elabore y presente de manera inmediata una Instrucción que permita que se puedan valorar y, en su caso, prestar ayudas económicas de emergencia social en los tiempos que marca la Ordenanza de Prestaciones Económicas del Sistema Público de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, de 2004, y que se pongan los recursos adecuados para que la agilización de esa primera ayuda no suponga una sobrecarga a las trabajadoras sociales y al resto de profesionales de los distritos.

En consecuencia el texto aprobado es del siguiente tenor literal:

"EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El concepto de emergencia tiene al menos dos variables: la gravedad de la situación (sea sanitaria, social, etc.) y la necesidad de rapidez y agilidad en su abordaje.

La situación social desencadenada por la pandemia ha incrementado de manera muy significativa las situaciones de emergencia social en nuestra ciudad, con perfiles y situaciones en ocasiones muy dispares a los que previamente se estaban dando.

Desde el Ayuntamiento se ha propuesto como medida más importante para afrontar este tipo de situaciones la conocida como "Tarjeta Familias". El "qué" de esta medida tiene un enfoque adecuado, aunque no puede ser la única medida, pero en el "cómo" se están viviendo determinadas situaciones que dificultan enormemente conseguir de manera eficaz el objetivo de abordar con la rapidez que exige una emergencia.

Es público cómo una medida anunciada en agosto de 2020 para 27.000 familias, los datos que tenemos es que en abril solo había llegado al 11% de los previstos. Posteriormente, en el pasado Pleno, el Delegado informó de los cambios en la previsión y comentó que el número de familias que iban a ser beneficiarias era de 12-16.000. Asimismo, afirmó que el tiempo de tramitación era de "4 o 6 semanas", cuando la información que nos llega es de que, en la mayor parte de las ocasiones, no baja de las 8.

Esto es insostenible para muchas familias.

El Ayuntamiento, desde hace muchos años, tiene reglamentados dos tipos de ayudas económicas para facilitar que las personas salgan adelante en una situación social de carencias materiales básicas: la ayuda económica de especial necesidad y la ayuda de emergencia social. Pues bien, la propia Ordenanza de Prestaciones Económicas del Sistema Público de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, de 2004, dice que la "resolución del órgano competente, (que) deberá dictarse en un plazo máximo de quince días naturales, plazo máximo que, en el caso de las ayudas económicas de emergencia social, será de cinco días naturales, computado en ambos supuestos desde la fecha de entrada de la documentación completa en el registro del órgano competente para resolver."

El 27 de abril de 2020, el Área presentó en los medios una Instrucción que pretendía una resolución de las ayudas en pocos días, con la posibilidad de hacer una sola solicitud que posibilitaba la ayuda fraccionada, sin necesidad de renovarla y con justificación por el solicitante de la necesidad después de la recepción de la ayuda. Esta herramienta también posibilitaba el anonimato del receptor en los establecimientos, porque se volcaba la ayuda en su cuenta bancaria personal.

Sin embargo, la información que tenemos es que esta posibilidad no se está utilizando y que las demoras en las ayudas están siendo un factor de angustia y de necesidad no resuelta para muchas familias en situación de vulnerabilidad.

Las profesionales del ámbito social de los distritos están haciendo una magnífica labor, pero no tienen los medios ni los mecanismos adecuados ni para el acompañamiento en la intervención social ni para la gestión de las ayudas. Se necesitan medidas de simplificación de los procesos administrativos que consideren, poniendo en valor, a fondo, la confianza en la prescripción profesional de las trabajadoras sociales y en su verificación del destino de las ayudas y, asimismo, la confianza en las y los ciudadanos, independiente de su situación social, y la escucha, a modo de declaración responsable, de las circunstancias que están viviendo, en un escenario de emergencia social. Una manera de evitar una posible aporofobia institucional.

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