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¡Madrileños!

Hace 20 años la historia de Madrid cambió para siempre cuando 10 artefactos explosivos escondidos en trenes de Cercanías estallaron en Atocha, en El Pozo, en Santa Eugenia y en la calle Téllez segando la vida de 193 personas: madrileños de nacimiento muchos de ellos, otros madrileños de adopción venidos de múltiples lugares de España, o madrileños que llegaron en su día de Rumania, de Ecuador, de Bulgaria, Polonia y otros países del mundo.

Hoy sabemos que este atentado, el mayor de la historia en suelo español o europeo, fue diseñado para causar una matanza mayor incluso de la que tuvo lugar.

Con mezquindad sin límites los terroristas atacaron a la gente normal que se dirigía a trabajar o al colegio aquella temprana mañana: hombres y mujeres, niños y niñas; todos ellos la viva imagen de la inocencia.

Aquel día triste los terroristas hirieron el corazón de esta ciudad, pero también sacaron de ese mismo corazón lo mejor que tenemos.

Porque el 11 de marzo fue el día del valor indescriptible de los primeros en aparecer en el lugar de la tragedia, muchos de ellos trabajadores de este Ayuntamiento -efectivos del Samur, del Cuerpo de Bomberos, de nuestra Policía Municipal-; también del resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, todos ellos en su puesto arriesgando la vida más allá de lo que el cumplimiento del deber les exigía.

Y señaladamente fue el día del pueblo de Madrid. El día en el que desde las ventanas rotas por las explosiones se lanzaban mantas para calentar a los heridos junto a las vías, el día de las interminables colas para donar sangre, el día en que los taxistas no cobraron sus carreras hasta el pabellón 6 de Ifema o hasta donde fuera, el día inolvidable de los sanitarios salvando vidas contra reloj en todos los hospitales de la capital, el día triste y heroico a la vez de tantos gestos y gestas de abnegación y generosidad de las que nunca nos enteraremos porque no hay páginas de periódico ni horas de radio o televisión que las puedan cubrir.

Madrid es capital de España porque así lo quiso Felipe II. Luego el pueblo de Madrid tuvo que "ganarse los galones", como se suele decir, y así ha sido siglo a siglo, en las pequeñas ocasiones y también en las grandes. Pues bien, creo que entre las más grandes de nuestra historia está el ejemplo de entereza, solidaridad y unión del pueblo de Madrid el 11 de marzo de 2004.

Porque la intención de los terroristas fue hacer daño donde más duele y ponernos de rodillas. Y solo consiguieron lo primero.

Así pues,

¡Madrileños!

Que en el día de este aniversario mostremos nuestro cariño, nuestra cercanía y nuestra empatía con las víctimas, los supervivientes y sus familias. Con las personas que perdieron a su pareja, a su familiar, a su amigo, a su compañero… Y especialmente con las madres y los padres a los que les arrancaron aquella mañana a su hijo o hija.

A todos vosotros, a los que visteis vuestras vidas rotas por las heridas recibidas en el cuerpo o en el corazón, nuestro recuerdo y nuestro tributo de honor que durará siempre.

Fuerte no es el que no siente dolor, ni el que nada le afecta. Fuerte es quien siempre se levanta. Como vosotros lo habéis hecho. Como Madrid lo hará siempre gracias a vuestro ejemplo.

Madrid, a 7 de marzo de 2024.- El Alcalde, José Luis Martínez-Almeida Navasqüés.