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Teresa Carreño (1853-1917) nació el 22 de diciembre de 1853 en Caracas (Venezuela) y fue una reconocida pianista, cantante, pedagoga y compositora.

A los 4 años comienza su aprendizaje de la mano de su padre y poco después, con tan solo 8 años, hizo su debut oficial ante el público estadounidense. Su fama como niña prodigio del piano creció rápidamente y en 1863 Teresa fue invitada por el presidente Abraham Lincoln a tocar en la Casa Blanca.

La familia emigra a Europa para proporcionar mejores profesores a Teresa y desde la casa de pianos Érard se gestionan sus primeros conciertos en París.

Durante esos años en Europa tendrá la oportunidad de conocer a las grandes figuras del momento, Liszt, Rubinstein, Charles Gounod, Ravel, Debussy o Clara Schumann y todos elogiaron sus grandes dotes como pianista. En 1889 se establece en Alemania y debuta con la Orquesta Filarmónica de Berlín; a partir de este momento llega su consagración como gran pianista; realiza numerosas giras por toda Europa con extraordinario éxito y se la considera una de las mejores intérpretes de piano de su época. Durante estos años es conocida por el público como “la Valquiria del piano” por su forma de tocar enérgica y a la vez espiritual.

Teresa Carreño también se dedicó a la enseñanza del piano y dejó escrito un interesante tratado Possibilities of tone color by artistic use of pedals que todavía hoy se publica.Q uizá su faceta menos conocida es la de compositora, aunque su primera obra se estrenó en 1861 cuando solo contaba 8 años. Se conservan numerosas piezas compuestas por Teresa Carreño, en su mayoría escritas para su instrumento, el piano.

De todas sus composiciones la más famosa es, sin duda, Petite Valse o Kleiner waltz de 1882 (publicado por primera vez en 1886), conocido popularmente como Teresita o el Vals de Teresita, porque dedicó la pieza a su hija mayor.

La Biblioteca Musical conserva varios documentos que nos ilustran la carrera de esta pianista excepcional: partituras de sus composiciones publicadas en diversas editoriales europeas, un interesante ejemplar de rollo de pianola de la pieza anterior, Kleiner walzer, la composición más famosa de Carreño. El rollo se publicó en Alemania en la primera década del siglo XX. En la publicidad que aparece en la solapa se puede leer “Rollos impresionados por los más célebres pianistas” y programas de alguno de los conciertos que Teresa Carreño ofreció en Madrid de la mano de la Sociedad de Conciertos y la Sociedad Filarmónica, asociaciones musicales de finales del XIX y principios del XX que contrataban a los mejores músicos del momento para que actuaran en la ciudad de Madrid.